Avilés la villa gran desconocida de Asturias
Panoramica de Avilés
Avilés le debe al Centro Cultural Oscar Niemeyer una presencia inusitada en los medios de un año a esta parte. Presencia muy poco habitual para esta ciudad asturiana que era, frente a Oviedo y Gijón, un poco la hermana pobre de Asturias.
Pero Avilés
con Niemeyer o sin Niemeyer (esperemos que con Niemeyer, ya que se ha hecho
el gasto) es una ciudad encantadora rincón de
Asturias por el que vale la pena pasar y en el
que vale la pena estar.
Centro Oscar Niemeyer
Avilés
concentra la mayor parte de su encanto en un precioso casco viejo de piedra húmeda
y soportales, lleno de casas señoriales, con algunas pequeñas iglesias, muchos
bares y un sabor a mitad de camino entre lo montañés y lo marinero, bastante
propio y original.
Avilés Casco Antiguo
Lo más
característico del Avilés de toda la vida son sus calles con soportales,
una verdadera necesidad dado el húmedo y caprichoso clima de la ciudad. Pero
una necesidad que se ha cubierto con profusión, elegancia y, sobre todo,
variedad: desde los señoriales del Ayuntamiento, amplios y altos, espaciosos;
hasta los de alguna callejuela en los que casi no podemos pasar de pie.
Soportalesen el centro de Avilés
En estos
soportales se encuentran los vecinos, se ponen al día de los sucesos cotidianos
y se apuran los chatos de vino o las cañas de cerveza, sobre todo desde que
fumar es un problema en el interior de los muchísimos bares, también de todo
tipo, que encontramos
Bares en los soportales de Galiana
La calle
Galiana es el mejor ejemplo de esto: levantada en el S XVII (es decir, no forma parte de
la zona medieval de la ciudad intramuros) tiene casi 300 metros de soportales,
en su tiempo pensados para que los artesanos trabajasen al aire libre, ahora
llenos de bares, vinoteras y locales de lo más variopintos.
Calle Galiana
Bajando por
Galiana llegamos a la plaza del Ayuntamiento, que es un espléndido edificio con
el que la ciudad empezó a salir del pequeño cerco de la antigua muralla. De
hecho, el propio Ayuntamiento miraba extramuros, y a partir de él empezó a
nacer la bonita plaza en la que hoy lo encontramos.
Ayuntamiento
Ayuntamiento
Si
profundizamos en el casco viejo, hacia la ría, nos encontraremos con las calles
más antiguas de Avilés, con rincones con un aire completamente medieval y
algunos preciosos palacios, especialmente el del Marqués de Camposagrado, que
es un edificio impresionante, de hecho, según algunos es el mejor ejemplo del
barroco asturiano.
Edificio Camposagrado
Palacio del Marqués de Camposagrado Aviles
Muy cerquita
está la Plaza del Carbayo, quizá el rincón con más encanto de este casco
viejo, con la Iglesia Vieja de Sabugo, pues Sabugo era el barrio de los
pescadores fuera de las murallas. Ya estamos muy cerquita de la ría.
Plaza el Carbayo
Al otro lado
está el S XXI, el Centro Niemeyer que de tan moderno que es no sabemos si tiene
mucho futuro (esperemos que sí lo tenga con una gestión racional y solvente, es
demasiado hermoso para que se pierda sin más), pero a esta parte de la ría Avilés
ya lleva siglos esperándonos, ofreciéndonos mucho y recibiéndonos con esa
hospitalidad tan especial de los asturianos.
centro Oscar Niemeyer visto desde la pasarela de acceso
Hemos
hablado de bares y también hay que hablar de restaurantes, porque en Avilés,
como en casi toda Asturias cabría decir, se come bien y se come mucho,
que es algo que gusta: las raciones generosas son, efectivamente, un rasgo de
generosidad que hay que apreciar.
Se come bien
y, como decimos, se come mucho, y además en casi cualquier lugar: en los bares
los pinchos son buenos y las tapas deliciosas; en los restaurantes más modestos
un menú del día sencillo es una experiencia más que satisfactoria...
Y si bueno
es lo medio, mejor es lo mejor: excelentes son los restaurantes de un nivel
algo más elevado, como La Posada, por citar uno de ellos, una plaza fuerte de la buena
gastronomía que hace una cocina moderna pero reconocible, con productos de la
tierra a los que se da un aire distinto, tanto en su preparación como en su
presentación.
Restaurante La Posada
Avilés, desde los años 20, era uno de los centros culturales mas importantes de
Asturias. La programación teatral era la envidia de Asturias (la llamaban
"La pequeña Atenas") y tenía un espléndido teatro (antes de tener el
Centro Niemeyer), el "Palacio Valdés" . Hoy en
día hay con una gran programación teatral, musical y de todo tipo.
Teatro Palacio Valdés
La escuela
de Artes y Oficios (ejemplo en toda Asturias) que fue la
primera de Asturias
Escuela
de Artes y Oficios
La Reposteria (los
buñuelos de viente en Galé, la pastelería Polledo, la Gil, las herraduras de
Sto. Tomás, los mojís y croasanes de San Francisco). Casí todo perdido y que
desde luego no pensamos que vaya a venir con el Niemeyer (Jackson Browne,
Mayall, Winter, etc).
Confiteria Polledo
Esto es y era Avilés ¡Ah! y la playa de Salinas y los alrededores de Avilés (campo y buena gastronomía).
Playa de Salinas
A finales
de los 70 viajar por las cercanías de Avilés, y desde lo
lejos causaba una impresión poco agradable, parecia una población envuelta
en la contaminación.
Pasado el tiempo, ya casi en los 90, realizar el mismo paseo ¡sorpende muy gratamente!, lo que era contaminación se ha reconvertido en una ciudad limpia y preciosa; con un inmenso jardín lleno de gran diversidad de árboles y muy propicio para disfrutar al aire libre, situado en la parte alta, es un pulmón para la ciudad.
Pasado el tiempo, ya casi en los 90, realizar el mismo paseo ¡sorpende muy gratamente!, lo que era contaminación se ha reconvertido en una ciudad limpia y preciosa; con un inmenso jardín lleno de gran diversidad de árboles y muy propicio para disfrutar al aire libre, situado en la parte alta, es un pulmón para la ciudad.
Parque Ferrera
La parte
vieja del centro rezuma cultura y arquitectura asturiana, soportales y grandes
alerones salientes en los antiguos y nobles edificios. Es una delicia
recorrerla. Especialmente resulta encantador pasear por Galiana, sobre
todo recorriéndola en subida, yendo hacía la TataGuya, taberna-restaurante, donde se puede degustar desde un chorizo a la sida,
en las mesas corridas de la taberna, hasta las excelencias de la cocina
asturiana en el restaurante con mesa y mantel de copetín.
Inicio de la Calle Galiana
La Calle de la Ferrería, antiguamente conocida como Rúa Nueva, es considerada la más antigua de la población. Es la principal avenida que atraviesa la ciudadela medieval y se encuentra llena de soportales.
Esta hermosa calle está situada entre
la plaza de España, centro neurálgico de la ciudad, y el parque del
Muelle, eje principal de la zona sur del centro histórico. A lo largo de
esta calle se encuentran edificios emblemáticos como la Casa de
las Baragañas. Es un
edificio de estilo gótico del siglo XIV que actualmente alberga el
Archivo Histórico Municipal. Al final de la calle está el
Ayuntamiento, edificio de estilo barroco de finales del XVII.En
el entrono de la calle de la Ferrería llaman la atención: la iglesia de los Padres Franciscanos. Edificio de estilo
románico del siglo XII, Adosada a
la iglesia se encuentra la capilla de Santa María de Los Alas, del siglo
XIII, uno de los mejores ejemplos del protogótico asturiano. El palacio
del Marqués de Camposagrado. El edificio cuenta
con dos fachadas, una de carácter defensivo y sobria que da a la ría, y
otra, la fachada sur que da a la plaza de Camposagrado y de estilo
barroco.
Calle de la Ferrería
Cai de la Ferrería
Cai el Sol esquina con Ferrería
Esquina de la calle del sol con la ferrería
Calle San Bernardo
La iglesia de los Padres Franciscanos, antigua parroquia de San Nicolás de Bari en tiempos de la muralla, es, probablemente, el testimonio más antiguo del románico en Avilés y, sin duda, el edificio avilesino de más edad conservado hasta la fecha. Su consagración por entonces a dicho santo, patrono de marineros y comerciantes, tuvo que ver con las actividades portuarias y mercantiles de la villa. Afincado al final de la calle de La Ferrería, este lugar de culto, de reducidas dimensiones y notable riqueza artística, nació al parecer entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, dentro del recinto amurallado de la ciudad.
En el interior, descansan los restos del gran marino Pedro Menéndez de Avilés concretamente a la izquierda del altar mayor
Iglesia Padres Franciscanos
Esta iglesia conserva varias capillas funerarias. Adosada al flanco izquierdo o norte de la iglesia, y hoy ya totalmente integrado en ella –lado del Evangelio–, el maestro ovetense Fernán Rodríguez de Borceros construyó en época gótica, bajo la advocación de la Asunción, la capilla funeraria de los Ángeles (concluida en 1499), llamada igualmente capilla de Pedro Solís, un notable clérigo local
Iglesia Padres Franciscanos
La Capilla del Cristo o de San Pedro se halla en la emblemática calle Rivero (Camino de Santiago), junto a los Caños de Rivero. Se trata de una pequeña capilla con espadaña, construida en mampostería en el siglo XVIII. En su interior se conserva el escudo de los Rodríguez de León, y se venera al Cristo atado a la columna y al apóstol San Pedro (todo un símbolo popular en la ciudad).
Capilla del Cristoo de San Pedro
La calle Rivero es una de las más emblemáticas de la ciudad, y lugar de paso obligado para los peregrinos jacobeos. Hacia la mitad de su recorrido hay una antigua fuente de piedra (del año 1.815), formada por un pilón circular con cuatro caños, por lo que es conocida como "los caños de Rivero". Está rodeada de bancos de piedra, y junto a ella se encuentra la Capilla del Cristo o de San Pedro.
Fuente de los Caños de Rivero Aviles
Cementerio de la Carriona propuesto para que sea declarado Bien de Interés Cultural
Sobre Avilés, en la Carriona, se encuentra un cementerio municipal de origen decimonónico y para muchos uno de los más hermosos del Estado. El cementerio de la Carriona fue inaugurado en septiembre de 1890. Destaca el conjunto de esculturas y estilos arquitectónicos que nos podemos encontrar en él y que lo convierten en un auténtico museo de arte al aire libre. Entre los restos que reposan en el cementerio destacan los del escritor Armando Palacio Valdés.
Cementerio de Avilés en el barrio de la Carriona
cicLaC, Centro de Interpretación del Cementerio de La Carriona
Un espacio para la difusión de la historia y el arte funerario
Antigua vivienda del capellán Interior de cicLaC
y del conserje del cementerio
de La Carriona
cicLaC, Centro de interpretación del Cementerio de La Carriona es un espacio expositivo pionero en España y, junto con el Museo de la Historia Urbana de Avilés, conforman la red de museos municipales de la ciudad.
Son autores del plan y discurso museográfico Manuel Ángel Hidalgo Menéndez y Ricardo Fernández López. Con la rehabilitación de las antiguas viviendas del conserje y capellán, se recupera en el exterior del camposanto el diseño original de Ricardo Marcos Bausá, arquitecto que proyectó el cementerio avilesino en 1890.
En el recorrido a través decicLaC el visitante se encontrará con una serie de paneles que muestran el contexto histórico en el que se erige el cementerio, su construcción a finales del siglo XIX, los principales elementos artísticos con obras de prestigiosos artistas como Cipriano Folgueras, Manuel del Busto o Federico Ureña, los avilesinos más significativos allí enterrados como Armando Palacio Valdés, Julián García San Miguel, Benjamín y Julián Orbón, Marcos del Torniello..., así como una mención a los antiguos cementerios de la ciudad y a los otros dos camposantos del municipio: el parroquial de San Cristóbal de Entreviñas y el también municipal de San Pedro de Navarro-Valliniello, mostrando igualmente el Avilés de aquellos momentos.
El cuerpo expositivo lo completan varias vitrinas con reproducciones facsimilares de proyectos de panteones, solicitudes de enterramientos de mediados del siglo XIX o proyectos constructivos no ejecutados procedentes del archivo municipal, así como dos audiovisuales, uno de la Ruta Europea de Cementerios y otro del propio cementerio avilesino.
El visitante dispone de un plano con el que puede seguir los itinerarios “Espacio de arte” y “Lugar de memoria” con los que recorrer este precioso cementerio, descubriendo el valor artístico del mayor museo al aire libre con que cuenta Avilés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario