Museo de la Mina de Arnao
En Arnao, lugar costero del Concejo de Castrillón y próximo a Avilés, se establecen en el siglo XIX EL CASTILLETE. de la Real Compañía Asturiana de Minas de Carbón para la explotación del carbón existente en el subsuelo de la localidad.
Posteriormente, a iniciativa de la Real Compañía Asturiana de Minas y para aprovechamiento del mineral, se ubica en el lugar una fábrica de zinc y un estructurado poblado vinculado.
Museo de la Mina de Arnao
Los vestigios de estas actividades y poblaciones forman parte del Patrimonio Cultural de Asturias. El denominado "Conjunto histórico industrial de Arnao" fue incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias por resolución de 1 de abril de 2006 de la Consejería de Cultura, Comunicación y Turismo del Principado de Asturias, publicada en el BOPA nº 105, del martes 9 de mayo de 2006.
En este conjunto podemos destacar una serie de Bienes por su singularidad ambiental y estética.
Arnao Castrillón Asturia "Mina"
Museo de la Mina de Arnao
"conjunto historico industrial de Arnao"
La mina de Arnao es uno de los conjuntos de patrimonio minero más emblemáticos de España. Situada en un privilegiado paisaje costero, constituye la explotación de carbón mineral más antigua de la Península Ibérica, el pozo vertical más antiguo de Asturias y la única mina submarina de Europa. Cerrada en 1915, su castillete de madera, que ha merecido la calificación de Bien de Interés Cultural, y sus galerías subterráneas, con cerca de doscientos años, permiten revivir el ambiente de una mina primitiva.
Museo de la Mina de Arnao "conjunto historico industrial de Arnao"
Museo de la Mina de Arnao
"conjunto historico industrial de Arnao"
El enclave de la mina singulariza su naturaleza.
La mina se sitúa parcialmente bajo el mar.
Arnao, su paisaje minero y su fábrica de zinc serán pioneros en España en varios aspectos. Su mina de carbón será el primer yacimiento hullero ubicado debajo del lecho marino, que tuvo en aquel tiempo un novedoso sistema de explotación, convirtiéndose en la primera experiencia asturiana con un pozo vertical de extracción y con un espectacular castillete que es hoy uno de los elementos más llamativos del actual museo. Asimismo, su fábrica de zinc convertirá Asturias y la comarca de Avilés en una referencia mundial de este metal.
El espíritu pionero de la Real Compañía Asturiana de Minas fue más allá de lo estrictamente técnico e industrial, y en realidad buscaba un modelo de vida y de sociedad, y todo ello tiene fiel reflejo en las antiguas escuelas de la localidad y en todo el entorno urbanístico de la zona, cuya huella patrimonial da testimonio de un proyecto de empresa y de una cultura que ya es historia.
Museo de la Mina de Arnao
"conjunto historico industrial de Arnao"
Museo de la Mina de Arnao "conjunto historico industrial de Arnao"
El castillete cerrado, con acabado exterior en zinc, dota al elemento de gran singularidad estética El espacio interior del castillete con acabado de tabla de madera configura un espacio atractivo y poco común.
Museo de la Mina de Arnao "conjunto historico industrial de Arnao"
Museo de la Mina de Arnao "conjunto historico industrial de Arnao"
Arnao se sitúa en un enclave de la costa central asturiana a escasos kilometros de Avilés y su ria, cerca de Piedras Blancas, capital del concejo de Castrillón.
El enclave de la mina singulariza su naturaleza.
La mina se sitúa parcialmente bajo el mar.
Museo de la Mina de Arnao "el castillete de la mina de carbon de Arnao"
El inmueble, en el que se desarrolla el castillete y los primigenios elementos industriales, formaliza un bien singular por diversos motivos, con una morfología general de génesis funcional y unas soluciones constructivas y arquitectónico industriales muy especificas
Museo de la Mina de Arnao "conjunto historico industrial de Arnao"
La única mina española con galerías submarinas, situada en el acantilado de la playa de Arnao, abre al público convertida en museo.
Los visitantes podrán, a través del castillete, bajar en el ascensor-jaula hasta las galerías además de recorrer el poblado minero.
La historia de la instalación minera e industrial de Arnao se explica contetualizada en la historia de la Real Compañía Asturiana de Minas, empresa que desarrolla o continúa una avanzada explotación minera inicial y que implanta la fábrica de zinc, y el poblado..
la Real Compañia Asturiana de Minas " (...) fue una importante empresa minera y metalúrgica, de capital
mayoritariamente belga, con instalaciones en España, Francia, Bélgica y Noruega en Europa, y en el norte de África.
La empresa precursora fue la Real Compañía Asturiana de Minas de Carbón, que explotaba las minas de Arnao y Santa María del Mar, cerca de Avilés, en Asturias (España). Los carbones del yacimiento de Arnao no eran apropiados para la siderurgia, por lo que en mayo de 1851 el ingeniero Jules Hauzeur, sobrino del socio belga de la Real Compañía, Adolphe Lesoinne, presenta un informe a la empresa proponiendo la instalación en Arnao de una fundición de zinc, y así aprovechar el carbón de las minas."
Arnao
En el concejo de Castrillón, al Oeste de Avilés y en la costa, tras pasar Salinas se encuentra Arnao. Enclave único en la costa asturiana, Arnao es el caserío disperso de un poblado fabril atípico, manufacturado al calor de la industria, de casas con corredor y dos plantas, con cierta reminiscencia rural, sin nada que ver con el modelo habitual del pueblo obrero. Arnao ha tomado el topónimo de una derivación de “harenatus”: lleno de arena. La extracción de carbón y la transformación del cinc dieron forma y contenido a este lugar de la parroquia de Laspra por donde corre el río Ferrota, que tiene una fábrica casi incrustada en su trazado y una mina entrando en el Cantábrico.
La Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM) fue una empresa minera y metalúrgica de capital mayoritariamente belga, con instalaciones en España, Francia, Bélgica y Noruega en Europa, y en el Norte de África. Su precursora fue la Real Compañía Asturiana de Minas de Carbón que explotaba las minas de Arnao y Santa Mª del Mar.
Los antecedentes de la explotación de carbón en Arnao
En 1569, con Felipe II en el trono, le fue concedida una licencia a fray Agustín Montero para explotar una mina de carbón de piedra descubierta por el propio religioso en una zona indeterminada entre Santa María del Mar y Arancés , en el concejo de Castrillón. La explotación era a pie del acantilado de Arnao, sobre el material que iba arrastrando el mar a la costa. El carbón se lleva a Portugal.
Esta mina fue la primera explotación mineral que la historia asturiana recoge fidedignamente. Los expertos Iván Muñiz y Alejandro García, localizaron en los archivos del Ministerio de Cultura unos papeles que datan de 1591. Se trata de una carta de puño y letra de Fray Agustín Montero al rey Felipe II para que apoye la explotación minera de Arnao. El permiso de explotación llegó en 1593, como estrategia frente al carbón de
Flandes, y desde entonces Arnao fue, en cierto modo, una sucesión de fracasos. La época dorada de Arnao estaba por llegar.
Dos años después del descubrimiento del carbón mineral de Arnao, comienza una explotación efímera. Se enviaron dos galeones cargados de carbón desde el puerto de Avilés hasta Lisboa y después silencio absoluto. Se supone que la mina fue abandonada.
Hacia 1635 se intenta reabrir la mina: nuevo fracaso.
El historiador Iván Muñiz, apunta que en la segunda mitad del siglo XVIII Gaspar de Jovellanos recorrió la costa de Arnao y Santa María del Mar y describió los trabajos de los mineros. Muñiz entiende que aquellos trabajos eran “al aire libre”, el carbón se encontraba entre los granos de la arena de las playas.
La época dorada de la minería
La costa de Castrillón era un laberinto mineral y un tesoro combustible en el subsuelo. En 1830 hay informes de actividad, justo antes de que la RCM se hiciera cargo de la explotación. En 1833, la reina regente María Cristina firmó una real orden por la que otorgaba a los promotores belgas, Nicolás Maximilien Lesoinne y su hijo Adolphe Lesoinne y a sus socios españoles, José María Ferrer y Felipe de las Heras, la denominación de Real Compañía Asturiana de Minas de Carbón (RCAM), así como el privilegio de hacer figurar el escudo de armas reales en sus edificios, fábricas, talleres, almacenes y productos.
Museo de la Mina de Arnao "conjunto instalaciones fabrica de zinc y mina de Arnao"
subterráneo, pero la sociedad no obtuvo grandes beneficios hasta el año 1849. La mayor parte de carbón que producía se destinaba a consumo doméstico, ya que la industria era escasa en la comarca avilesina. Al comprobar que el carbón no era apto para la actividad siderurgia (carbón pobre, seco y poco bituminoso, lo que invalidaba su conversión en coque y su utilización en los altos hornos), en 1851, el ingeniero belga Jules Hauzer, presentó a la dirección un estudio para instalar una fundición de zinc en Arnao que
sirviera para aprovechar el combustible fósil extraído. Dos años más tarde, la Real Compañía compró al Ayuntamiento de Castrillón las colinas y el valle del Cuerno, en Arnao, para implantar la fundición de zinc.
La Mina
La bocamina surge del pedreru de la playa de Arnao, en el interior muchas de las paredes permanecen recubiertas de ladrillo, caso insólito. Arnao fue la primera mina que uso aire comprimido para el sistema de desagüe, en 1874. Era una mina sin grisú, pero con carbón autocombustible. Sobre el murallón que remata el arenal se levanta el castillete con su cubierta de cinc de principios del siglo XX, cuando la cercana fábrica de producción de este mineral llevaba ya décadas de funcionamiento. El cinc era hace un siglo uno de los materiales que rezumaban modernidad. Pero paradojas del destino, unos meses después de que el castillete fuera rehabilitado con su cubierta de escamas de cinc, en 1902, la mina entró en barrena.
La explotación hullera de Arnao, según el ingeniero Guillermo Laine, tiene una profundidad de ochenta metros. Desde la
playa desciende setenta metros el camino hacia el primer carbón. En la caña del castillete nace una galería que persigue una veta mineral hasta seiscientos metros por debajo del mar. Algunas galerías son de ventilación y otras de explotación.
La mina de Arnao, según Laine, no se estructura en plantas, no tiene nada que ver con las de la cuenca. Un plano inclinado unos treinta grados orada el subsuelo hasta llegar a los doscientos metros bajo las olas y progresaba mar adentro hasta el final del campo de explotación, a unos 600 metros en línea recta hacia el
Cantábrico. La veta tiene entre seis y diez metros de potencia (anchura) mientras que las del Nalón no superan los dos metros. Es el primer pozo vertical de Asturias y la primera mina submarina.
El método de explotación que se usó para el laboreo del carbón en Arnao se conocía como “método de tajos largos”. Consistía en la apertura de un pozo vertical o pozo maestro de entre 60 y 80 metros para seguir con la apertura de las galerías o “valey”: un nombre de origen belga que designa el pozo maestro. Se disponía inclinado siguiendo el buzamiento de la capa de carbón. El primer valey se abrió en la mina de
Arnao en 1834 por el ingeniero Armand Nagel. Pronto se agotó el carbón en torno a sus galerías y cinco años después se construye un nuevo pozo maestro, “el valey nuevo”, que estuvo operativo hasta el cierre definitivo de la mina en 1915. Antonio Niembro, profesor de la Universidad de Oviedo, concluye que con el
término “valey” se denomina una vía inclinada que conecta con la galería. La plantilla llegó a superar las doscientas personas. En 1833 había 11 trabajadores, en 1834, 38 y en 1835, 130 (se emplea por primera vez en la historia de la mina a 3 mujeres como parte de la plantilla estable), en 1836, 177. No se sabe las
labores que desarrollaron las mujeres en Arnao, pero se sospecha que se dedicaban a trabajos exteriores como lavado, clasificación y carga de carbón.
El transporte
El primer embarque de carbón que se conoce se hace a través del bergantín francés “El Cid” en mayo de 1835. El barco viajó hasta la fundición de Adra (Almería). La ampliación de la mina en 1836, además del incremento en el número de trabajadores, supuso también el inicio del primer ferrocarril con tracción animal. El ferrocarril conectaba la mina con el embarcadero de Arnao y es el primero documentado en la historia de España. La mina de Arnao es así pionera también en el transporte con ferrocarril.
El ferrocarril de 1855 vino a sustituir un sistema de transporte arriesgado y paralizador: las gabarras, que funcionaron, mal que bien, durante un largo periodo y para Jovellanos, que visitó el lugar en el siglo XIII, la ruta marítima a Avilés no era mala idea, aún cuando los burócratas de Felipe II advierten de la imposibilidad de trasladar el carbón en invierno a causa de los temporales.
Las instalaciones de la fábrica empiezan a completarse cuando en 1863 se construyen en Arnao los talleres de laminación y elaboración de zinc. Las necesidades de transportes rápidos hacia el puerto de embarque se solventó con las obras de acondicionamiento del puerto de San Juan de Nieva y su enlace con Arnao mediante un ferrocarril (para cuyo trazado hubo de abrirse un túnel de 615 metros entre Salinas y Arnao). La compañía siembra el arenal del Espartal con pinal para fijar la arena, de modo que impidiera cubrir las vías del ferrocarril, al modo de lo hecho por otras compañías en las Landas francesas. En 1891 se produce la unión ferroviaria de la fábrica de Arnao y del puerto de Avilés (modernizado por estas fechas) con la red de ferrocarriles asturianos, gracias a la construcción del ramal entre Villabona y San Juan de Nieva. De esta manera, el transporte del cinc al puerto de Avilés, estaba asegurado gracias a la línea ferroviaria que comunicaba la fundición con la dársena de San Juan de Nieva.
En 1880, la empresa adquirió en Bélgica la primera locomotora, “Eleonore”, (nombre que toma de la hermana de uno de los fundadores y restaurada en el Museo del Ferrocarril y la Industria de Gijón), una de las dos utilizadas durante décadas para el transporte de carbón desde la playa a la fábrica.
La visita de la reina
En 1858 la reina Isabel II, acompañada de su marido Francisco de Asís y aprovechando un viaje por Asturias, visita las instalaciones de la Real Compañía deMinas, hecho que quedó inmortalizado en un grabado de la revista francesa “Le Monde Illustré”, firmado por Henry Duff Linton. El 24 de agosto se embarcaron en Avilés en un falúa que les condujo hasta el muelle de San Juan de Nieva. En tierra, los directivos de la Real Compañía les esperaban para dirigirse en un tren a la fundición de zinc castrillonense, donde, tras conocer las instalaciones, la reina manifestó su deseo de conocer el interior de la mina. Una vez en la caña de la misma, de unos ochenta metros de profundidad, recorrieron unos doscientos cincuenta metros de galería bajo el mar. Más de 40 años después, su nieto el rey Alfonso XIII, también visitó el complejo minero.
El declive
Las filtraciones de agua del mar comenzaron a mermar la capacidad de criadero carbonífero. El principio del fin llega en 1903 cuando se detectan las primeras filtraciones de agua del mar. Coincide con una huelga, no hay mantenimiento y la cosa va a más pues en 1905 se produjo una gran filtración, de 2000-3000 metros cúbicos por día, reduciéndose la explotación a las capas situadas por encima del nivel del mar.
En 1912 otra huelga, de un año de duración, condena definitivamente la mina. El carbón de las cuencas mineras ya se explotaba a pleno rendimiento pero Arnao se muere sola, acosada por el mar y abandonada por los mineros en busca de mejores condiciones laborales. En 1915, cuando la explotación se encontraba a unos 500 metros de la costa, la mina se cerró.
La Real Compañía, que trato por todos los medios de mantener activa la mina, se ve obligada a mirar a otra vetas (por ejemplo, en 1925 compraría el pozo San Luís en La Nueva -Langreo-).
Desde la ría de Avilés a la ría de Nalón, esa franja costera fue de algún modo un coto privado de la Real Compañía, incluida la playa de Salinas, en su día un arenal improductivo.
La rehabilitación
La mina de Arnao, reabierta por la Brigada de Salvamento Minero, se ha recuperado de un letargo de cerca de cien años y con un presupuesto inicial de cinco millones de euros. El objetivo de esta iniciativa, costeada (70%) con fondos europeos (FEDER) y del Ayuntamiento de Castrillón, es recuperar una de las historias más singulares del pasado minero en Asturias. Los responsables del proyecto son las empresas MC,Trasfalt y Sadim.
En mayo de 2008 los mineros de Ciaño abrieron la puerta y descubrieron los cimientos ocultos, en octubre exploraron los primeros metros de la galería bajo el mar y en junio del 2009 volvieron para liberar el aire que se estancó cuando la Real Compañía Asturiana de Minas renunció a su identidad y decidió diversificar el negocio creando una de las factorías de cinc más importantes del planeta. Hasta el verano de 2013, en que la mina se abrió al público, los trabajos continuaron con algunas interrupciones. El castillete es la zona de encuentro de los visitantes, permanece ahí con su porte de campanario decimonónico y el tejado gris de cinc rematado con una veleta en la cúspide. Sobre la caña del pozo una de las jaulas originales por las que descendían los mineros, hoy pegada y haciendo contraste con el moderno ascensor que baja a los visitantes, a su lado, un espacio diáfano que fue sala de máquinas antes que casino y cine es el centro de interpretación.
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