sábado, 21 de enero de 2017

El Cañón Submarino de Avilés Asturias

Cañón Submarino de Avilés


A 7 millas de Avilés se halla el mayor cañón submarino del mundo 







Cañón de Avilés



Cañón de Avilés (Fig.1)

La región donde se encuentra el cañón de Avilés se localiza en el margen continental del norte de la península Ibérica, frente a la costa occidental de Asturias. Es una zona estructuralmente muy compleja (Fig. 1) en donde la plataforma continental del mar Cantábrico se encuentra profundamente modificada por la acción de la tectónica compresiva presentando importantes elementos geomorfológicos, como son: tres grandes cañones submarinos (Avilés, El Corbiro y La Gaviera; una plataforma marginal (Canto Nuevo) y un alto estructural rocoso masivo (Agudo de Fuera). La plataforma continental, de borde muy irregular, tiene una anchura variable entre 12 y 40 km y presenta numerosos afloramientos rocosos y escaso recubrimiento sedimentario. En el talud continental se distinguen un talud superior (entre los 200 y 2000 m de profundidad) y un talud inferior de fuerte pendiente que finaliza de forma nítida a 4700 m en la llanura abisal del Golfo de Vizcaya


El cañón de Avilés comienza a 128 m de profundidad, a tan solo 12 km de la costa, y tiene aproximadamente 75 km de longitud, con un perfil en forma de V y un fondo fundamentalmente sedimentario. En su cabecera presenta tres cambios bruscos de dirección (falla de Ventaniella) y su desembocadura a 4700 m es común para los tres cañones presentes en la zona. El cañón de El Corbiro tiene 23 km de longitud y perfil en V, con fondo sedimentario, mientras que el cañón de La Gaviera es de perfil en forma de U con uno de los flancos sedimentario y otro más rocoso, actuando como un cañón colgado, presentando en su eje varios escarpes rocosos.



El cañón de Avilés, el gran acuario abisal


















Medio Ambiente presenta las conclusiones de cinco años de campañas oceanográficas para lograr medidas de protección en la sima, que alcanza los 4.750 metros de profundidad

El cañón de Avilés es, salvando las distancias, lo más parecido a un gran acuario natural donde los cetáceos han encontrado su hábitat ideal. Considerada un paraíso para las investigaciones científicas, la gran sima abisal avilesina es el hogar de incontables especies marinas y la guarida del legendario kraken (calamar gigante). Dada la importancia natural de este enclave que a sólo siete millas de la costa avilesina alcanza los 4.750 metros de profundidad, el Ministerio inició hace cinco años una serie de campañas oceanográficas para estudiar la posibilidad de incluir el cañón de Avilés en la red de espacios submarinos protegidos, junto a otros nueve enclaves más: Banco de Galicia, Chimeneas de Cádiz, Seco de los Olivos, lsla de Alborán y conos volcánicos, Delta del Ebro-Columbretes, Cañón de Creus, Canal de Menoría, Banco de la Concepción y Sur de Fuerteventura.

Ahora, una vez finalizado el periodo de estudio, el Gobierno central, a través de los responsables del proyecto Life+Indemares, ha iniciado una serie de reuniones que tienen por objeto acordar con representantes de la administración pública, institutos de investigación, entidades conservacionistas y del sector pesquero las medidas de gestión que se adoptarán en el cañón de Avilés y que pasan por su inclusión en la Red Natura 2000 Marina. El debate se prolongará durante seis años más, por lo que será en 2019 cuando previsiblemente los responsables políticos catalogarán la fosa submarina.

Los pescadores asturianos están de acuerdo con que se adopten medidas de protección, pero rechazan que estas sean tan estrictas como las de El Cachucho, una gran montaña submarina localizada a unos 65 kilómetros de la costa asturiana de Ribadesella y que en 2011 fue declarada la primera zona marina protegida del país. Para adoptar tal medida de protección se valoró la existencia de una gran riqueza biológica en estos fondos y se confirmó la presencia de adultos reproductores de varias especies de interés comercial como el lirio, la cabra de altura o el cabracho de profundidad, muy abundantes en el Banco durante la época de puesta. Esto hizo que se considerara El Cachucho «una fuente o reserva de recursos pesqueros de enorme valor».

La ficha elaborada ahora por los responsables del proyecto Life+Indemares presenta la sima abisal avilesina como un «gigante cañón submarino que constituye uno de los ecosistemas más extraordinarios de la plataforma del Mar Cantábrico, donde se encuentran hábitats esenciales para los reproductores de importantes especies de interés comercial como la merluza y el rape (pixín), que soportan las pesquerías en los caladeros situados en la plataforma circundante».

Los investigadores inciden en que el litoral asturiano concentra la mayor biodiversidad de cetáceos del Cantábrico, siendo las especies más abundantes los delfines común, listado y mular y el calderón común. Las principales poblaciones habitan en las profundidades del cañón de Avilés, donde comparten hábitat con el emblemático calamar gigante.

Este documento puntualiza, además, del cañón de Avilés: «Destaca en la zona una intensa actividad pesquera, especialmente dañina en el caso de la pesca de arrastre practicada de forma habitual en aguas del cañón y fondos aledaños de la plataforma asturiana. Las interacciones de artes de pesca con tiburones y cetáceos también son frecuentes, siendo numerosas las capturas accidentales. Los usos costeros también tienen influencia mar adentro». Entre estas actividades destacan las siguientes: las obras de ampliación del puerto de Avilés, la contaminación en forma de vertidos de aguas residuales urbanas e industriales «deficientemente depuradas» y la degradación costera a causa de «un desarrollo industrial, urbanístico y turístico desmedido, junto a un intenso tráfico marítimo».

Con la cara y la cruz de la moneda encima de la mesa, ahora los sectores afectados deberán estudiar qué medidas de gestión se aplicarán en el cañón de Avilés para proteger este espacio natural sin cerrar el caladero a las pesquerías. Las conclusiones responden a cinco años de investigaciones oceanográficas en las que han participado la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (CEMMA), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la organización SEO/BirdLife.

En los diferentes periodos de estudios, los científicos se encontraron en el cañón de Avilés con singulares arrecifes de coral de aguas frías a dos kilómetros de profundidad, decenas de cetáceos -incluso un cachalote y zifios de Cuvier, cada vez más numerosos- y lo más llamativo para los investigadores: el hallazgo de un complejo y desconocido sistema de cañones tributarios al eje principal del cañón de Avilés. Ante estos resultados, llega el momento de analizar qué protección se merece la gran sima abisal avilesina, la tercera más importante del mundo en proximidad a la costa.

Todas las imágenes de los misterios que esconde el cañón de Avilés


Arrecifes de coral, esponjas, y estrellas de mar gigantes, en el Cañón de Avilés 03/10/2012










































Secretos de las profundidades






Avilés tiene el tercer cañón del mundo por su cercanía a la costa y no se trata, precisamente, de una pieza de artillería. La herida continental de la falla de Ventaniella, una fractura geológica que se diluye en las profundidades marinas, da origen a un accidente geográfico que a tan sólo ocho millas de la entrada de la ría alcanza 4.000 metros de profundidad. 

En este enclave misterioso -a partir de los 80 metros reina la oscuridad, en la zona afótica- habitan y conviven especies como el kraken (calamar gigante) de Julio Verne, corales blancos, algas, tiburones, múltiples cetáceos en su superficie y también especies pesqueras de interés comercial. 

Algunos biólogos, como Ricardo Anadón, reclaman para el cañón de Avilés la misma protección que ya tiene El Cachucho: una montaña submarina existente a sesenta kilómetros de la costa de Llanes que ha sido declarada como el primer parque natural marino de España. Otros, como el oceanógrafo José Luis Acuña, creen también que el cañón avilesino debería ser área marina protegida, con el visto bueno de los pescadores. 

El responsable de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas, Luis Laria, conoce bien el cañón de Avilés. «En distintas zonas del planeta existen cañones y el de Avilés es uno de los más importantes del mundo por su diversidad y riqueza biológica», afirma. 

Y añade: «El cañón, como el Cantábrico, todavía nos dará muchas sorpresas porque aún no nos hemos detenido a mirarlo». De ahí que su sueño es que progresen las investigaciones. Cuantas más, mejor. Los resultados podrían beneficiar a los pescadores e influir también en el turismo. No en todos los sitios se avistan los calamares gigantes que ya describió Verne y que, a pesar de ser cosmopolitas, en esta cuantía sólo se han visto en Nueva Zelanda, Japón y la costa cantábrica: el «Architeuthis», en Carrandi, y el «Taningia danae», con especial relevancia en el cañón de Avilés. 

La organización WWF/Adena solicitó igualmente la protección de este accidente geográfico, y Océana, organización internacional que trabaja para proteger y recuperar los océanos del mundo, consideró «que es urgente proteger estas zonas para asegurar la supervivencia de cientos de especies». El buque de este colectivo encontró el pasado año uno de los ecosistemas de corales «más frágiles e importantes de Europa» gracias a la utilización de un robot submarino con capacidad para descender a 600 metros de profundidad.



Pero ¿qué se oculta en el cañón de Avilés? Según Luis Laria, vida. En la superficie, las aves tienen presencia habitual, destacando, entre otras, el alcatraz, el colimbo, el arao común, el alca, el frailecillo y la pardela, entre otros muchos. También habitan en el cañón una importante cantidad de mamíferos marinos. «El delfín mular se observa prácticamente todos los días en el cañón de Avilés, son grupos familiares de hasta cuarenta y cinco miembros», explica Laria. Las marsopas -el cetáceo más pequeño en aguas europeas-, la tonina, el delfín común y el listado conviven igualmente en las proximidades de la ría avilesina con el calderón común, los zifios y, ocasionalmente, el cachalote pigmeo. 

¿Y los grandes cetáceos? El cañón de Avilés también tiene cabida para ellos. Los navegantes pueden observar, especialmente en primavera y otoño, el rorcual común, el aliblanco y, ocasionalmente, cachalotes. En otras regiones, a juicio de Laria, la presencia de estos animales ya se utiliza como reclamo turístico. El cañón de Avilés es a su vez la guarida de especies endémicas, si bien, según el director del Cepesma, el cambio climático está afectando al litoral asturiano. «Nosotros llevamos cuatro años haciendo un estudio en la costa asturiana y hemos apreciado que hasta el cabo Vidio han desaparecido las laminarias (un género de algas pardas de gran tamaño)», destacó Laria, quien precisó que si bien en el cañón de Avilés es importante el número de especies endémicas, también lo es de alóctonas. 

Entre la desembocadura del Nalón y Candás se localiza el 60 por ciento de especies provenientes de otros mares que arriban a la península Ibérica, como el caso del «Trachipterus arcticus», el «Regalecus glesnes», el «Iljimaia lopeii», los tarpones u otros como el «Balistes monocerus» o los «Lagocephalus». 

La falla de Ventaniella ha hecho también del cañón el refugio del tiburón anguila, un animal de aspecto primitivo que apenas ha evolucionado desde tiempos remotos. El último se halló en Japón y causó un gran revuelo. Laria afirmó que en el cañón de Avilés han sido localizados cuatro de estos tiburones, ahora en posesión del Cepesma, al igual que otras muchas especies raras por sus peculiaridades, casi anecdóticas, como siete ejemplares de rape albino, bogavantes con tres pinzas, peces abisales como el pejesapo espinoso, los duendes negros, el «Himantolophus groenlandicus», el «Melanocetus johnsoni» o cefalópodos como el «Grimpoteuthis», varias especies de «Histioteuthis» o el «Vampitoteuthis infernalis», entre otras muchas especies de radiolarios (protozoos), esponjas lámparas, corales blancos y gorgoniáceas. 

Como curiosidad relevante, según Laria, en el cañón también viven especies pogonóforas, como la «Lamellibranchia luimesi», un gusano tubicora bentónico que puede alcanzar hasta los 250 años de edad. «La importancia de la biodiversidad y de la necesidad de concienciación y estudio del cañón de Avilés creo que está más que clara», concluyó el responsable de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas. 

¿Y por qué existe tanta diversidad en el cañón? La geografía altera la hidrodinámica de esta zona: las corrientes marinas de Avilés son muy distintas de las de Gijón, por ejemplo. En invierno, las corrientes en el Cantábrico toman como dirección Francia y en verano algunas de ellas transitan a merced de las termoclinas contrariamente hacia el Atlántico, partiendo del golfo de Vizcaya. Lo normal es que en el verano disminuyan los nutrientes, sin embargo, cuando se llega al cañón esto no sucede, se mezclan las distintas capas con facilidad y da comienzo una cadena trófica más rica, es decir, el movimiento acuático facilita el incremento del placton y otros nutrientes. El cañón de Avilés promete ser así una aventura de 4.000 metros de profundidad para todo aquel que se adentre.


Cañón de Avilés

Cañón de Avilés Infografía sobre el Cañón de Avilés

El Cañón de Avilés es un gran valle submarino situado a 7 millas de la costa asturiana en el mar Cantábrico considerado el de mayor profundidad del mundo.

Situado en la posición 6º Oeste el cañón comienza a una profundidad de 140 metros sobre la plataforma cantábrica hasta los 4750 metros de profundidad de la base del cañón. El cañón se inicia sobre la perpendicular de la localidad de Avilés llegando hasta la costa de Navia.

Su origen data del Neógeno, al igual que el resto de los cañones localizados en el margen cantábrico, siendo controlado por fracturas antiguas reactivadas durante el Cenozoico y ligadas a la apertura del golfo de Vizcaya. Su morfología es la de un valle principal que alcanza una profundidad de casi 5000 metros al que le llegan otros menores tributarios, encajados a favor de las principales direcciones de fracturación y sus conjugadas, que convergen en el talud llegando a desembocar en la llanura abisal del golfo de Vizcaya.


Ecosistema

El ecosistema del cañón es una de los más importantes y diversos de la plataforma del mar Cantábrico. Dentro del mismo se pueden encontrar varios ecosistemas relacionados con la variación de profundidad. En el mismo se pueden encontrar zonas de gran importancia reproductora para especies como el rape o la merluza. Según el oceanógrafo José L. Acuña, existen dentro del valle submarino unas 800 especies de organismos bentónicos; además, el cañón de Avilés también es una zona de paso de ballenas, entre otras grandes especies marinas.

Corales


El primer arrecife de coral de agua fría de España fue encontrado en el Cañón, en 1987, por un equipo de investigadores del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo financiado por la empresa Hidroeléctrica del Cantábrico y dirigido por el Profesor Emilio Anadón. Entre las especies encontradas se pueden destacar Lophelia pertusa o Madrepora oculata. Mide:500m

Cetáceos

En la costa asturiana se encuentra la mayor biodiversidad de cetáceos del Cantábrico. Estos cetáceos están relacionados con el cañón pues las principales poblaciones de delfínidos tales como los delfines comunes, listados, mulares y el calderón común habitan las profundidades del mismo. .

Calamar gigante

En la sima se cree que se halla el hábitat de Architeuthis dux o el de Taningia danae.


Protección

El ecosistema del cañón se enfrenta a varios peligros entre los que destacan la explotación pesquera de la zona, la ampliación del puerto de Avilés, el tráfico marítimo de la zona y la presión humana con vertidos de aguas residuales y desarrollo costero.

El Cañón de Avilés es una de las diez áreas marinas españolas candidatas a incorporarse a la Red Natura 2000.

Situación

Latitud: 43.792875. Longitud: -6.219975 ( 43°47'34.4"N 6°13'11.9"W) UFI: -152449. UNI: -236369 UTM: QJ16. JOG: NK29-02

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