viernes, 13 de enero de 2017

Palacio de Meres Siero Asturias

Palacio de Meres Siero Asturias



Vista aerea



El edificio del Palacio se estructura con cuatro crujías dispuestas entorno a un patio central cuadrado al que se abre el corredor de madera sobre columnas de orden toscano, concepción espacial de tradición renacentista. Este caso, se vuelve a reflejar en la disposición de las crujías al exterior. Dos torres enmarcando la fachada y tramo central de matizada expresión barroca. El cuerpo central utiliza de forma alternada sillar y sillarejo sin enlucir.

En el tramo inferior vuelve a surgir el motivo de la arcada, que da paso a un amplio zaguán en el que convergen la puerta principal y otra lateral, enmarcadas por arco de medio punto y, algunas ventanas abocinadas hacia el interior. Debemos destacar en este punto, la labor realizada por el arquitecto D. Joaquín Cores Uría y su hermano decorador D. José Ramón Cores Uría, y en la actualidad sus descendientes, que supervisaron y dirigieron las obras de restauración durante las últimas cinco décadas. La Capilla de Santa Ana es uno de los ejemplos más destacantes se darán en el S. XVIII, comenzando en el mismo 1700 con la del palacio de Meres, puesta bajo la advocación de Santa Ana.

El impulso de su construcción se debió al Marqués de La Paranza. Los trámites se rigieron por su hermano, abad de Santa María Real de Arbás, D. Francisco Argüelles Meres. Se contrató la obra con los arquitectos: Pedro Fernández Lorenzano y Pablo de Cubas Caballos, y Miguel de Sierra, los dos primeros ya muy conocidos por haber actuado en obras de interés en el Principado, y el último más desconocido por ese tiempo. Se concebía como iglesia parroquial aunque se hacía junto al palacio y de inmediato sería adosada a él por unas dependencias que lo ponían en comunicación directa con la parte alta del coro. La planta la envió desde Madrid el citado D. Antonio y tras su revisión por los arquitectos se hicieron sus condiciones de obra.

En ellas, como era usual, se habla principalmente de asuntos de puro valor constructivo y de materiales a usar, pero asimismo se acuerda utilizar el orden toscano, como así se hizo, realizar hundidos en los fuertes del crucero para colocar retablos y otros en el presbiterio para sepulcros, cosa que también se respetó; hacer dos sacristías a uno y otro lado de la capilla mayor (ahora una de ellas panteón) con pasadizo que las uniera y zona alta que sirviera de transparente (como la basílica de El Escorial), y por último cubrir los tramos de nave y crucero con bóveda de arista y el tramo central del crucero con media naranja (como en San Vicente de Oviedo, dice la escritura), cosa que no se llevó a cabo por usarse complicadas estrellas de diseño tarde gótico, algo que se iba a poner muy de moda en el primer tercio del S. XVIII, así como en Cantabria y Pais Vasco, y hasta el Asturias, Burgos y otras zonas del norte. El porqué de este cambio en las condiciones lo desconocemos, pero la verdad es que sí se le ponía de modelo la iglesia de San Vicente de Oviedo (hoy la Corte), tampoco se podía seguir lo explicitado en la escritura del contrato ya que la iglesia de Oviedo no tiene media naranja en el centro del crucero, sino una bóveda vahída y en sus tramos de nave y crucero no tiene arista, sino cañón con lunetas. Con esto se consiguió una vistosa construcción, amplia y sólida que se precede de fachada de cantería con portada flanqueada por dobles columnas y recias torres cuadradas en sus extremos que parecen querer suplir las inexistentes en el palacio.

La planta original, del S. XVI, habría de tener capillas a uno y otro lado de la nave central, pues se las menciona en la escritura del contrato; sin embargo se debieron eliminar y tan sólo de la epístola, cubierta con crucería simple, que nos hace pensar en un elemento medieval preexistente, quizás primera capilla del palacio del S. XV, que incluso queda bien orientada, cosa que no sucede con la capilla mayor de la iglesia nuevamente construida.

En el exterior, una gran portada de concepción barroca en la que destacan dos columnas corintias sobre plinto enmarcada por molduras y orejas. Frisos con decoración vegetal, trozos de entablamento y cornisas de acusado movimiento, completan el conjunto, rematado por un frontón curvo y partido, además de pináculos y bolas.



 Vista aerea


 Fachada lateral Capilla


 fachada trasera capilla


 La ampelosis (enredaderas) en primavera


  La Campera


 fachada trasera capilla


Entrada desde el bosque


 Los tejos de la capilla



El Patio


 Salón nuevo


entrada


El palacio de Meres es un palacio rural español que se encuentra situado en Meres, en el concejo asturiano de Siero). El conjunto está formado por el palacio y una capilla anexa denominada capilla de Santa Ana al que se llega tras pasar un pequeño bosque de robles.

El conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural el 4 de mayo de 1990.

El exterior y algunas estancias del palacio y la capilla han sido escenario de rodajes cinematográficos, apareciendo en varias películas dirigidas por José Luis Garci (El abuelo, You're the One, Historia de un beso, etc.) o en La Regenta, de Fernando Méndez-Leite.
Palacio

El palacio se edificó a principios del siglo XV para el noble Gonzalo Rodríguez de Argüelles, contador mayor de Juan II de Castilla. De la época inicial se conservan pocos elementos arquitectónicos. Así cabe destacar de los inicios el edificio de dos plantas de forma rectangular que sirve de nexo de unión del palacio más moderno y la capilla lateral anexa.

A finales del siglo XVII el palacio sufre una remodelación importante siendo reedificado, ampliándose su superficie. Esta obra fue promovida por Antonio Argüelles Posada y Valdés, marqués de la Paranza propietario del palacio en esa época.

El palacio respeta los cánones de construcción de los palacios rurales asturianos. Así se presenta un edificio rectangular en cuyo interior existe un patio central cuadrado con corredor en madera en el segundo piso y patio con arcos de piedra en el primer piso.

En la parte externa del palacio destacan dos torres en la parte principal, una a cada lado, conteniendo seis escudos nobiliarios de las familias relacionadas con el palacio como pueden ser el de la familia Argüelles, Argüelles de Meres o el de la familia Hevia.

La división de las habitaciones que conforman cada piso eran las propias de la época dedicándose el primer piso o planta baja a las habitaciones de servicio y la planta superior a las habitaciones nobles, despacho y biblioteca.

De los muebles, pinturas y demás enseres originales hoy en día se conservan muy pocos en el palacio.
Capilla

La capilla del palacio de Meres se inició como ermita en honor a Santa Ana y más tarde pasó a ser iglesia dependiente de la iglesia parroquial de Tiñana.

La iglesia está formada por una nave central con dos pequeñas naves laterales en la cabecera en la que se encuentran los sepulcros de diferentes miembros de la familia Argüelles.



 Fachada principal


 Fachada principal


Fachada principal


Interior de la Capilla


Portada de la Capilla

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