jueves, 16 de julio de 2015

Catedral de Oviedo

Catedral de Oviedo



La Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de San Salvador de Oviedo es una catedral de estilo gótico que se encuentra en la ciudad de Oviedo (Principado de Asturias, España). Es conocida también como Sancta Ovetensis, refiriéndose a la calidad y cantidad de las reliquias que contiene.

Comenzó a edificarse a finales del siglo XIII por la sala capitular y el claustro, y su construcción se prolongó durante tres siglos hasta el remate de la torre a mediados del siglo XVI. Posteriormente se añadiría una girola en el siglo XVII además de diversas capillas anexas a las naves laterales.




La iglesia está emplazada en el lugar del anterior conjunto catedralicio prerrománico del siglo IX, alguno de cuyos edificios han sobrevivido. Por esta razón y lo dilatado de la construcción del edificio actual, éste contiene estructuras de estilo prerrománico (Cámara Santa), románico (bóvedas y apostolado de la Cámara Santa), renacentista (remate de la torre) y barroco (Girola, Capilla del Rey Casto y otras capillas).



Construcción siglo XIII-siglo XVII


Estilo arquitectónico Gótico 


Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de San Salvador de Oviedo es una catedral de estilo fundamentalmente gótico que se encuentra en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España. Es conocida también como Sancta Ovetensis, refiriéndose a la calidad y cantidad de las reliquias que contiene.



La catedral de Oviedo se encuentra en la ciudad de Oviedo, en el Principado de Asturias, España. También es conocida como “sancta ovetensis”, por la calidad y cantidad de las reliquias que en ella se veneran. Está consagrada a San Salvador.



Los orígenes de la catedral ovetense están ligados a la monar-quía asturiana. A comienzos del siglo IX, el rey Alfonso II el Casto levanta una basílica prerrománica dedicada a San Salvador. Ésta se mantuvo hasta los años 1382-88 en que dio comienzo en el mismo solar la construcción del edificio gótico que hoy conocemos. Quedan, como testimonio de la basílica anterior, la torre románica y la Cámara Santa. La construcción del nuevo templo se prolongó hasta finales del siglo XVI, completándose con importantes edificaciones en los siglos XVII y XVIII.



Todo este proceso la convierte en una verdadera joya y es testigo fidedigno de una gran parte de los períodos y estilos artísticos desde la Alta Edad Media hasta nuestros días.



Comenzó a edificarse a finales del siglo XIII por la sala capitular y el claustro, y su construcción se prolongó durante tres siglos hasta el remate de la torre a mediados del siglo XVI. Posteriormente se añadiría una girola en el siglo XVII además de diversas capillas anexas a las naves laterales.



La iglesia está emplazada en el lugar del anterior conjunto catedralicio prerrománico del siglo IX, alguno de cuyos edificios han sobrevivido. Por esta razón y lo dilatado de la construcción del edificio actual, éste contiene estructuras de estilo prerrománico (Cámara Santa), románico (bóvedas y apostolado de la Cámara Santa), renacentista (remate de la torre) y barroco (Girola, Capilla del Rey Casto y otras capillas).



La Cámara Santa, del siglo IX, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y alberga las joyas más preciadas de la catedral: las cruces de la Victoria y de los Ángeles, símbolos de Asturias y de la ciudad de Oviedo respectivamente, la Caja de las Ágatas y el Arca Santa que contiene un gran número de reliquias entre las que se encuentra el Santo Sudario.



Antecedentes historicos: 

La actual catedral de San Salvador de Oviedo es, sin duda, la obra más destacada del gótico asturiano. El edificio actual viene a ser todo un compendio del arte en Asturias desde la Baja Edad Media hasta nuestros días. Como obra de arte, desborda el ámbito regional. Las distintas construcciones que la componen, desde la Sala Capitular a la admirable Torre, colocan a la Catedral ovetense en una posición de auténtico privilegio. En ella han quedado plasmadas, una a una, las diferentes etapas que jalonan la evolución del gótico español desde el siglo XIII al XVI. 


La Catedral comenzó a levantarse a fines del siglo XIV, aunque las formas góticas se hacen presentes un siglo antes en las edificaciones adyacentes. Hacia el año setecientos setenta y uno el presbítero Máximo se asentó en una boscosa colina próxima al monte Naranco con un grupo de siervos. Los nuevos pobladores establecieron un pequeño monasterio bajo la advocación del mártir San Vicente. Éste iba a ser el escenario en el que el rey Fruela fundaría dos iglesias: La de los mártires Julián y Basilisa y la del Salvador. La vida de estos nuevos templos resultaría más bien corta. En el año setecientos noventa y cuatro, reinando ya Alfonso II, el caudillo Aba Almaid penetró en Asturias, llegó a Oviedo, saqueó la ciudad y destruyó las iglesias construidas en ella. La respuesta del rey Casto fue doble: Por un lado, aniquiló al invasor y por otro inició un afán constructivo que le conduciría a una transformación urbanística de la ciudad







El rey asturiano Fruela I (del 757 al 768), mandó construir una basílica consagrada a San Salvador, que ejercería las funciones de catedral. Estaba edificada en el solar donde hoy se encuentra la actual catedral de Oviedo. Fue rodeada por una serie de edificaciones como la Cámara Santa, la Basílica de Santa María, la iglesia de San Tirso y varias obras civiles. 



La catedral prerrománica se mantuvo en pie hasta los años 1382-88 en que comenzó a construirse el edificio gótico que hoy conocemos. 



La Cámara Santa, del siglo IX, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y alberga las joyas más preciadas de la catedral: las cruces de la Victoria y de los Ángeles, símbolos de Asturias y de la ciudad de Oviedo respectivamente, la Caja de las Ágatas y el Arca Santa, que contiene un gran número de reliquias entre las que se encuentra el Santo Sudario.

Camara Santa tras su restauración


A la primitiva Basílica románica se habían ido añadiendo múltiples edificaciones: La torre vieja, a finales del siglo XI, y el claustro gótico que sustituyó a otro de estilo románico. También la Cámara Santa había conocido una importante renovación arquitectónica y decorativa en época románica. Los trabajos de construcción del nuevo templo continuaron lentamente desde fines del siglo XIV hasta mediados del siglo XVI: Transepto, crucero, naves, fachada y torre. 



Recibió su configuración definitiva en los siglos XVII y XVIII: La girola, la sacristía, las capillas de los Vigiles, de Santa Bárbara y de Santa Eulalia. La Catedral ovetense no pudo sustraerse a las transformaciones modernas y, como otras iglesias españolas y europeas, ha ido asimilando las exigencias de los cambios litúrgicos. 



A comienzos del siglo XX bajo el episcopado del asturiano Fray Ramón Martínez Vigil, obispo de Oviedo desde 1884, se retiraron diversos elementos: El coro con su sillería, los ambones de hierro barrocos, las rejas góticas y los dos grandes órganos también barrocos, construidos entre 1747 y 1751 por D. Pedro Echevarría Alcázar, organero de su majestad. Los trabajos de desmantelamiento fueron dirigidos por el arquitecto diocesano D. Luis García Bellido. 



Esta decisión, envuelta en grandes polémicas, parece hoy más acorde con el espíritu del Concilio Vaticano II. En sustitución de lo retirado fueron construidos por obra de los hermanos del Río, unos modernos púlpitos de madera y por la casa Tuero la sillería coral del presbiterio. 



Por último, se instaló en 1905, sobre el cancel a los pies de la nave central, el gran órgano de la firma Amezúa. Como consecuencia de la guerra civil (1936-1939) fue reconstruido por la firma Organería Española. 





En 1924 con las aportaciones del acomodado fotógrafo y benefactor ovetense Luis Muñiz Miranda, se recolocaron las vidrieras del rosetón de la nave central, las de los ventanales del muro norte, las de la nave mayor y las del brazo septentrional del transepto. 





Más adelante, destruidas o gravemente deterioradas en la revolución de octubre de 1934 y la posterior guerra civil, fueron renovadas en 1952 por el vidriero Santos Cuadrado. 



A este maestro se le debe también la nueva vidriera del rosetón de la fachada, cuya traza fue diseñada por el arquitecto D. Luis Menéndez Pidal. Lamentablemente, la revolución de octubre de 1934 y la guerra civil dañaron seriamente el conjunto catedralicio: La Cámara Santa y su tesoro, la sala Capitular del Claustro, las Capillas de San Ildefonso y Santa Bárbara y el remate de la torre, algo de su mobiliario y sobre todo, las vidrieras. 



Los trabajos de reconstrucción corrieron a cargo del arquitecto Luis Menéndez-Pidal Álvarez, quien entre los años 1938 y 1942 reedificó la Cámara Santa en estrecha colaboración con el escultor Víctor Hevia Granda, y por último, la torre de 1943 a 1953. 



Durante siglos se han venido realizando tareas de conservación y restauración de los diversos elementos de la catedral. Pero marca un hito, en este sentido, el año 1995, cuando a petición del Principado de Asturias, la catedral de Oviedo es puesta bajo el auspicio del Plan Nacional de Catedrales. Acto seguido se pone en marcha la redacción del Plan Director en el que se hace un estudio minucioso de todos y cada uno de los lugares del templo. Al año siguiente se pone ya en marcha la primera intervención. 



Ya van doce años de trabajos y están realizadas la mayor parte de las intervenciones programadas. Este Plan Director contemplaba intervenciones como restauración de la propia torre gótica, la techumbre, el Claustro, retablo mayor, capillas, etc. Es sin duda la mayor y mejor obra de restauración de los últimos siglos. Dirigen la obra los arquitectos Cosme Cuenca Busto y Jorge Hevia Blanco. Para darse una idea de la importancia de las intervenciones, las obras a realizar se presupuestan en 1.035.851.406 de las antiguas pesetas.




No quisiéramos terminar esta breve semblanza histórica, sin poner de relieve que las páginas más brillantes de su pasado y presente se escriben cada vez que se celebra en este sagrado recinto un acto de culto al Salvador y de fraternidad con los hermanos. 

Retablo mayor de Catedral de San Salvador de Oviedo

Ya lo hemos repetido: La catedral ovetense no se ha edificado para ser un monumento o museo. Al contrario, es un templo vivo en el que el pueblo asturiano, con su obispo a la cabeza, celebra y vive los principales acontecimientos de su vida de fe y de su historia. Desde su nacimiento tiene una especial vocación de acogida y recepción de creyentes, provenientes de todos los rincones de la cristiandad.
Las reliquias conservadas en la Cámara Santa convierten a la «Sancta Ovetensis», durante la Edad Media, en el segundo centro de peregrinación en importancia de España. Visitar al Salvador es cita obligada en el camino de Santiago de Compostela, inaugurado por el rey Alfonso II como primer peregrino de la historia. En la última década, cada una de las parroquias de la diócesis agrupadas por arciprestazgos, han peregrinado a la catedral en tres ocasiones: Celebración del Jubileo del año 2000, el Año Santo Mariano y el Jubileo de las Cruces. 


Cámara Santa Catedral de Oviedo



Detalle Cámara Santa Catedral de Oviedo


La Fachada de la Catedral 



La fachada de la Catedral es admirable: Un pórtico con arcos profusamente decorados de bóveda elevada con primorosa crucería y por doquier multitud de cenefas ricas y animales fantásticos. 



Tiene dos torres: La de la izquierda se eleva solamente hasta la altura de las naves de la Iglesia. Parece que su ejecución fue suspendida entre los años 1512 y 1524. En el proyecto era la más pequeña. 



La otra edificada en parte del portal que se tomó de la Iglesia de San Tirso, es esbelta, ricamente ataviada, con cuatro pisos rematados en un capitel afiligranado y transparente que no desmerece del conjunto, aunque algunos expertos aseguran que quizás la altura de la torre lo exigía un poco más elevado. 



El gran pórtico tiene tres puertas que dan acceso a las tres naves de la Iglesia Catedral, más otras dos a sus costados norte y sur. La mayor de las tres portadas es la central y la más pequeña la de la izquierda. La central tiene en sus gambas dos soletes destinados a tres imágenes en cada lado; pero no llegaron nunca a colocarse. Las dos jambas centrales representan a EL Salvador y Santa Eulalia otorgando su protección al campo asturiano. Las otras dos figuran adornadas de brotes rematados con decoración conocial. La portada central es la más importante por su tamaño y estética y está coronada con un relieve de la Transfiguración. En un bajorrelieve se encuentran las figuras de Fruela I y Alfonso II el Casto. Más abajo, en dos medallones, están representados como niños, Jesús y San Juan. Las tres portadas están cerradas hasta un tercio de su altura con rejas de hierro fabricadas en 1846. Al templo se accede por la puerta de la izquierda. 





La Torre 




Tiene la torre unos ochenta metros de altura, es cuadrada pero en sus ángulos aparecen pináculos que brotan unos de otros y van trepando y disminuyendo gradualmente hasta el último cuerpo, con lo cual a la vez que suavizan la dureza de la esquina dan a la torre originalidad y suma elegancia. Está dividida en cinco cuerpos. El último piso es renacentista; por tanto, distinto de todos los demás así como la balaustrada que le corona; pero está tan acertadamente armonizado, que todo el conjunto causa admiración.


edificio de estilo gótico, con elementos clásicos del siglo XIII, hispano flamencos del siglo XVI, manierista siglo XIV y gótico flamigero





Todo ello puede considerarse como modelo de unión de estilos tan diferentes en su talante espiritual. Los ángulos terminan en finas agujas de crucería. Al fin, la aguja calada goza de una transparencia realmente sorpresiva. El conjunto hace que nuestra torre sea considerada como una de las más esbeltas de España, orgullo de los ovetenses.




catedral de Oviedo Aguja de la torre

Nadie como Clarín ha sabido definir la calidad de la torre gótica de San Salvador. La considera liberada de las vulgares exageraciones de esta arquitectura calificándola de «poema romántico de piedra o delicado himno de dulces líneas de belleza mural perenne».



Interior de la aguja


Torre, pues, famosa en la literatura española del siglo XIX, es una de las protagonistas inertes de la novela de Leopoldo Alas «Clarín»: La Regenta.



                    


Desde su altura y con ayuda de un catalejo, dice el autor que vigilaba la ciudad Don Fermín de Pas, el Magistral.

interior de la torre gótico renacentista de la catedral de Oviedo.


La flecha de esta torre única de la Catedral del Salvador mide 17 metros de alto y está formada por ocho paños calados, midiendo cada uno de los lados del octógono tres metros. Hoy, como siempre, la flecha está coronada por un remate metálico sucesor de otro que en el siglo XVI fue traído de Flandes.

La Flecha. Es la última sala de la torre de la Catedral, justo bajo la flecha que hubo de reconstruirse en dos ocasiones. La primera en 1723


Componen el actual dos esferas gallonadas, la más alta de menores dimensiones que la anterior con la Cruz de los Ángeles como final. Dicho remate fue realizado y colocado durante la restauración efectuada después de la guerra civil y construido en acero por la Fábrica de Armas de Oviedo.


Catedral de Oviedo Corona Recesvinto
Todas estas técnicas están reflejadas en una pieza excepcional: la tapa de la arqueta llamada “de las ágatas” de la catedral de Oviedo.

 Cámara Santa Capilla de San Miguel

Capilla de Santa Eulalia Catedral de Oviedo

"Capilla de Santa Eulalia" - Catedral de Oviedo 

La primera capilla de la Catedral de Oviedo es la de Santa Eulalia de Mérida, patrona de la diócesis desde 1639.

Se encuentra entrado por la puerta izquierda de la nave del Evangelio. Fue construida en el año 1690 por los arquitectos avilesinos Menéndez Camino.

Ocupa el sitio equivalente a dos capillas de las abiertas en los muros laterales de la iglesia y cuenta con sacristía propia.

La planta describe una cruz griega y sobre ella se alzan cuatro arcos de medio punto, que, mediante las cuatro pechinas, sostienen una cúpula de media naranja. Estas pechinas están decoradas con relieves alusivos a la vida de la santa mártir. Esta capilla no tiene curbulina que ilumine centralmente al recinto. Es por lo que en 1742 se procedió a abrir al sur y al norte dos ventanales, que no concuerdan con la estructura general del edificio, de estilo barroco.

Cuenta con accesos de entrada y de salida, ya que su finalidad es la de ser relicario. La decoración trepadora invade el interior con paramentos, pilastras, arcos, bóvedas, guirnaldas, hojarascas, flores, etc. formando así una especie de vestidura interna un tanto absorbente.

El tabernáculo barroco, situado en el centro, está coronado por un baldaquino. Este modelo es idóneo para cualquier santuario, pues permite la circulación de los devotos. Una muzeta de cuatro altares sirve de base al templete barroco. En otro tiempo, estaban separados por cuatro aletas policromadas; hoy están unidos. Esta configuración permitía celebrar a la vez la santa misa, sin que los ministros se estorbaran.

El templete es de madera policromada con pilastras, cada una de las cuales lleva en sus lados columnas salomónicas del escultor local Domingo Suárez de la Puente y fue construido en 1697. Dentro están los restos de la santa mártir encerrados en urna de plata del siglo XI, regalo del rey Alfonso VI. Aparece encima una pequeña cúpula transparente que cobija la imagen de la Inmaculada, obra del yerno de Luis Fernández de la Vega, Domingo Suárez. Como pináculo, se encuentra la Cruz de los Ángeles. La portada es doble y cada una de las puertas responde a las capillas laterales de la catedral. Entre las dos puertas de la entrada yacen los restos del fundador Simón García Pedrejón.
                                                                                                                       "Capilla de Santa Eulalia" 
La primera capilla de la Catedral de Oviedo es la de Santa Eulalia de Mérida, patrona de la diócesis desde 1639. 
Se encuentra entrado por la puerta izquierda de la nave del Evangelio. Fue construida en el año 1690 por los arquitectos avilesinos Menéndez Camino.
Ocupa el sitio equivalente a dos capillas de las abiertas en los muros laterales de la iglesia y cuenta con sacristía propia. 

La planta describe una cruz griega y sobre ella se alzan cuatro arcos de medio punto, que, mediante las cuatro pechinas, sostienen una cúpula de media naranja. Estas pechinas están decoradas con relieves alusivos a la vida de la santa mártir. Esta capilla no tiene curbulina que ilumine centralmente al recinto. Es por lo que en 1742 se procedió a abrir al sur y al norte dos ventanales, que no concuerdan con la estructura general del edificio, de estilo barroco.        

Cuenta con accesos de entrada y de salida, ya que su finalidad es la de ser relicario. La decoración trepadora invade el interior con paramentos, pilastras, arcos, bóvedas, guirnaldas, hojarascas, flores, etc. formando así una especie de vestidura interna un tanto absorbente. 

El tabernáculo barroco, situado en el centro, está coronado por un baldaquino. Este modelo es idóneo para cualquier santuario, pues permite la circulación de los devotos. Una muzeta de cuatro altares sirve de base al templete barroco. En otro tiempo, estaban separados por cuatro aletas policromadas; hoy están unidos. Esta configuración permitía celebrar a la vez la santa misa, sin que los ministros se estorbaran. 

El templete es de madera policromada con pilastras, cada una de las cuales lleva en sus lados columnas salomónicas del escultor local Domingo Suárez de la Puente y fue construido en 1697. Dentro están los restos de la santa mártir encerrados en urna de plata del siglo XI, regalo del rey Alfonso VI. Aparece encima una pequeña cúpula transparente que cobija la imagen de la Inmaculada, obra del yerno de Luis Fernández de la Vega, Domingo Suárez. Como pináculo, se encuentra la Cruz de los Ángeles. La portada es doble y cada una de las puertas responde a las capillas laterales de la catedral. Entre las dos puertas de la entrada yacen los restos del fundador Simón García Pedrejón.



Las Campanas y el Reloj


En la zona interior del segundo piso se encuentra la maquinaria del reloj y las campanas.


 
                         Engranajes del reloj                               La Wamba suena desde el siglo XIII en Oviedo. 
                                                                               Es la campana más antigua de España en uso.


Entre ellas, merece destacarse la llamada «Wamba» que pasa por ser la más antigua de España. Fue mandada fundir por el canónigo Pedro Peláez en 1219. Mide 1,23 metros de altura y 1,19 de diámetro. Pesa 833 kilos. Estuvo durante unos trescientos años instalada en la torre románica antes de pasar a la gótica. Le sigue en antigüedad la llamada «Santa Cruz». Esta fue fundida en 1539 con un diámetro de 1,54 m, una altura de 1,15 m, borde de 14 cm y un peso de 1384 Kilos. El resto de las campanas pertenece a épocas posteriores.

                                                               
Catedral de Oviedo Campana Wamba



Cabe reseñar que el reloj de la torre, en el tercer cuerpo de ésta, fue fabricado en 1787 por el madrileño Ramón Durán, uno de los más reputados relojeros de fines del siglo XVIII. El mecanismo fue reparado en 1927 por operarios de la fábrica de Armas de la Vega, bajo la supervisión del relojero Julio Galván y por último, de nuevo, tras la guerra civil.


Catedral. Oviedo Reloj de la torre

Las Vidrieras

La guerra civil (1936-39) dejó maltrechas casi todas las vidrieras de la catedral. En su restauración fueron fabricadas y colocadas por el maestro vidriero Santos Cuadrado, con los maestros especialistas Oscar Pérez Guzmán y Luis Iglesias bajo la dirección del arquitecto Luis Menéndez Pidal.

catedral de Oviedo Vidrieras 


Con ellas, el templo queda envuelto en esa luz misteriosa que no se asemeja a ninguna otra para iluminar la Casa de Dios. En la vidriera central del presbiterio se colocó la imagen del Salvador. A los lados de la misma los doce apóstoles, seis a cada lado, siguiendo el pensamiento del Rey Casto que puso el apostolado a los lados del primitivo altar.




CATEDRAL DE OVIEDO FOTOGRAFIAS TRANSPARENTES DE LAS VIDRIERAS (DIAPORAMAS)


En el ábside hay cinco grandes vidrieras de tres compartimentos ojivales, cada una. En los muros del mediodía y del norte sobre los arcos de la nave mayor hay otras cinco, pero divididas en seis compartimentos. En el crucero, lo mismo al norte que al mediodía, encontramos vidrieras en dos óculos de tracería ojival como también sobre el órgano.

Capilla Mayor El ábside de forma poligonal y en estilo gótico tiene dos lineas de vidrieras. Actualmente sólo podemos ver la linea superior de vidrieras



De estos tres rosetones, el de la pared norte del crucero es el único original aunque también fue restaurado en 1997. Es de estilo hispano-flamenco, obra del afamado Santillana.

Catedral de Oviedo  Rosetón fachada Norte DURANTE LA RESTAURACIÓN



 catedral de oviedo Rosetón


Catedral de Oviedo rosetón norte interior



La Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de San Salvador de Oviedo es .....Alrededor del claustro se suceden diferentes sepulcros como el de Frigión


sepulcro de la Santa



Catedral de Oviedo

CATEDRAL DE SAN SALVADOR DE OVIEDO
Es aquí donde arranca el primer Camino conocido, el Primitivo, aquel que tomó Alfonso II el Casto en el siglo IX para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago. Esta catedral puesta al día está repleta de puntos de interés para entretenerse una o mil horas, aunque ninguna como la Cámara Santa, su gran joya, donde se custodian algunas de las reliquias más importantes de la cristiandad, entre ellas el Santo Sudario que envolvió el rostro de Cristo.

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