Santa María del Naranco Oviedo, Asturias
Declarado Monumento Nacional en 1885 y como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, inscrito con otros monumentos prerrománicos asturianos con el nombre de "Iglesias del Reino de Asturias", en 1985.
Sufrió diversas modificaciones en el periodo gótico y principalmente durante el barroco, fase en la que se derribó el muro sur y se tapiaron los vanos centrales del mirador oeste para construir una rectoral y una sacristía.
Fue restaurada entre 1929 y 1934 por L. Menéndez Pidal, eliminando todos esos añadidos y recuperando su estructura y aspectos originales.
De palacio a templo.
La estructura arquitectónica de la que fuera la residencia del rey Ramiro I, convertida más tarde en iglesia, sirvió de referencia para las construcciones románicas.
Santa María del Naranco.Fotografía
Monumento arquitectónico de estilo prerrománico, ubicado en la falda del monte Naranco y perteneciente al conjunto de monumentos de Oviedo y del reino de Asturias declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El monarca Ramiro I ordenó su construcción en el año 848 y lo utilizó como palacio real; posteriormente se convertiría en iglesia. La edificación es de planta rectangular y consta de dos pisos, cada uno con un cuerpo central y dos laterales más cortos. Bóveda de medio cañón en todo el edificio, salvo las salas laterales del piso inferior, que están cubiertas de madera. En el altar, situado en el exterior del templo, se conserva una inscripción del 23 de junio del año 848. Asimismo, se debe contemplar la cripta con bóveda de cañón, dividida en cinco brazos por arcos perpiñanos, y el salón abovedado, abierto al exterior mediante miradores en forma de arco.
Considerada la obra cumbre del arte asturiano, fue construida durante el reinado de Ramiro I en el Monte del Naranco.
Residencia real, con baños y salas anejas en la planta baja, y salón para celebraciones con bellos miradores en la planta superior. En el siglo XI, el palacio se convirtió en iglesia y ha funcionado como tal hasta el año 1930, en que se devolvió su aspecto original.
Detalle de Ventana
Edificio de planta cuadrada, consta de dos pisos cada uno con un cuerpo central y dos laterales más cortos. Bóveda de medio cañón en todo el edificio, salvo las salas laterales del piso inferior, que están cubiertas de madera.
La planta baja consta de un amplio cuerpo central cubierto de bóveda de cañón, contiene un zócalo, ventanas semicirculares, puertas de acceso y huecos de ventilación. Fue utilizada posiblemente como oratorio palatino.
La planta superior es rectangular y está cubierta por una bóveda de cañón peraltada atravesada por seis arcos fajones que se apoyan en ménsulas. Se encuentra flanqueada en este caso por dos miradores o tribunas también cubiertos con bóveda.
Santa María del Naranco es la más significativa construcción del arte prerrománico europeo.
El Palacio de Ramiro I en el Naranco es una singular construcción sin una finalidad esclarecida (palacio, iglesia, pabellón real, aula regia, etc.). El edificio, de planta rectangular, está dividido en dos pisos, uno inferior o cripta que es totalmente cerrada y una superior diáfana, unidas por una escalera exterior.
La construcción, de cuidada mampostería, está elevada sobre un zócalo de piedra para imprimirle un sentido vertical que se refuerza con los contrafuertes estriados que llegan hasta el tejado.
El piso inferior o cripta, es similar a la de Santa Leocadia, en la Cámara Santa. Se accede a ella desde el exterior, y está totalmente abovedada reforzada con arcos fajones.
Al piso superior se llega desde la escalera exterior. Es una sola estancia con miradores a ambos lados y unas ventanas ajimezadas que simulan otro piso en una de sus caras.
Santa María del Naranco.en la noche
Este palacio, construido por Ramiro I junto con San Miguel de Lillo y posiblemente Santa Cristina de Lena en los 8 años que duró su reinado (842-850), es el monumento más importante que se conserva del arte altomedieval europeo, tanto por su valor intrínseco como por ser un compendio de las mejores técnicas constructivas que provienen de los periodos anteriores y, sobre todo, por los caminos que abría hacia todo el arte posterior.
Iglesia Santa María del Naranco fachada oriental
Mención aparte merecen las dos fachadas de los extremos. En ambas, totalmente simétricas excepto en la planta inferior, toman mayor importancia las tres zonas horizontales, cada una con una estructura diferente pero formando parte de un diseño común de proporciones áureas y de gran belleza. La zona inferior, mientras que en el costado oriental cuenta con tres ventanas terminadas en arcos de medio punto, en el occidental tiene una sola puerta de entrada a la nave. Sobre ella en ambos se abre en el frente un gran balcón con tres arcos de medio punto peraltados, mayor el central que los laterales, que se apoyan en los costados sobre columnas con decoración de sogueado y capiteles de tipo corintio degenerado, adosadas a los muros las laterales y dos arcos a cada lado, separados por pilares que corresponden a un contrafuerte en el exterior y con columnas y capiteles adosados, del mismo tipo que los anteriores. En las columnas aún se distinguen las hendiduras de sujeción de los pretiles de piedra que cerraban toda la balconada. En la última zona existe una ventana, también de tres arcos, cada uno con dos columnillas y dos capiteles, algo mayor el central, creando una especie de copia de la balconada inferior pero de mucho menor tamaño. Esta ventana está enmarcada dentro de dos franjas verticales de decoración que parten de sendos medallones con representaciones de animales, situados entre los arcos de la zona inferior. Es muy interesante observar que tanto esta ventana, como el conjunto de la balconada parecen estar hechos a imitación de la ventana de tres arcos existente en la parte superior de la cabecera de San Julián de los Prados ySan Pedro de Nora.
Santa Maria del Naranco
Iglesia Santa María del Naranco
Iglesia Santa María del Naranco
Se trata de un palacio de recreo de veinte metros de largo por unos seis de ancho y once de altura, construido con sillares pequeños muy bien escuadrados en hiladas horizontales, con dos naves superpuestas, cubiertas ambas por bóvedas de toba sobre arcos perpiaños, situado en un entorno en el que existían además la iglesia de San Miguel de Lillo y otra serie de edificios de servicio hoy desaparecidos. Este tipo de estructura era ya muy conocido en el arte prerrománico español, con antecedentes tan importantes como el Mausoleo de La Alberca, Santa Eulalia de Bóveda, la cripta deSan Antolín de Palencia y, ya en el periodo asturiano, la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo. Todos ellos eran edificios de doble bóveda y excepto en el primero, del que sólo quedan restos, en los demás nos ha llegado la nave inferior casi intacta, pero este es el único caso en que nos ha llegado también completa la superior, debido no sólo a que Asturias no sufrió invasiones ni estuvo en primera línea de alguna guerra como los tres primeros, sino también por su exquisita calidad de diseño y construcción, sorprendente en un edificio del siglo IX.
Iglesia Santa María del Naranco
Iglesia Santa María del Naranco
Vista desde la Iglesia de Santa María del Naranco. Oviedo
Vista desde la Iglesia de Santa María del Naranco. Oviedo
Los miradores se estructuran en triple arquería que apoyan sobre columnas con fustes labrados y capiteles corintios. Exteriormente, desde las ventanas penden pilastras estriadas y con cruces que se rematan en medallones con figuración animal y humana.
Santa Maria del naranco ventana
El interior, totalmente abovedado, está recorrido por arcos fajones que repiten la decoración exterior de pilastras decoradas con remate de medallones.
Iglesia Santa María del Naranco capitel
Debió existir decoración pictórica de la que no queda nada. En cuanto a la decoración esculpida, que fue desarrollada en su totalidad para este edificio en casi todos los casos como elemento estructural y dentro de un programa completo y definido previamente como parte del diseño arquitectónico, es tan interesante como todo lo que hemos definido hasta ahora. Parece indudable que fue desarrollada por un mismo equipo de canteros, con una técnica que se diferencia del bisel a dos planos visigodo redondeando los volúmenes para obtener un efecto mucho más suave y realista, pero con motivos de influencias muy diferentes entre los que se podrían definir varios grupos
Los capiteles: básicamente dos tipos, el corintio degenerado de las balconadas, de ascendencia clásica, y los troncopiramidales interiores de tipo bizantino, pero con decoración muy variada, desde animales enfrentados de clara influencia oriental hasta siluetas de monjes que se han querido relacionar con el arte irlandés.
Los medallones: cuya ornamentación exterior, de cuerdas o círculos entrelazados, es de clara tradición hispánica, pero la interior generalmente decorada con animales enfrentados es también oriental. En estos medallones, de los que son un claro antecedente los círculos concéntricos pintados entre los arcos de San Julián de los Prados, también se han querido encontrar influencias vikingas.
Las pilastras: que hay sobre los medallones: con siluetas monásticas y caballeros, también relacionados con el arte irlandés.
Las columnas: Con decoración sogueada también de ascendencia hispano-visigoda.
desde el punto de vista arquitectónico nos encontramos ante un palacio con similitudes con los palacios romanos tardíos y con los "halls"
germánicos, pero con dos naves superpuestas de tradición romana y muchos antecedentes hispánicos en la arquitectura funeraria y religiosa, con bóvedas de piedra de toba sobre arcos perpiaños, lo que se ha asociado con influencias romanas y orientales, y que utiliza como estructura decorativa básica conjuntos de tres arcos cuyo antecedente parece ser San Vital de Rávena a través de monumentos visigodos como San Fructuoso de Montelios. Pero desde el punto de vista de la decoración esculpida el análisis es al menos igual de complejo: la técnica, sin antecedentes en monumentos anteriores y común en todos sus elementos, lo que nos lleva a creer que ha sido desarrollada por un único taller, está basada en la utilizada en el periodo visigodo, pero con diferencias importantes, y para los motivos se pueden encontrar antecedentes de prácticamente todo el mundo conocido en esa época, que pudieron ser copiados de dibujos en tejidos y documentos. Pero, en una época en que las comunicaciones eran tan difíciles, lentas y arriesgadas y no existía la posibilidad de transcribir información arquitectónica mediante dibujos fiables, resulta imposible entender cómo se pudo planificar previamente hasta el último detalle y construir con total perfección, desarrollando en elementos que forman parte de la estructura un conjunto escultórico tan variado y a la vez tan homogéneo a pesar de incluir esa diversidad de influencias, en una obra tan compleja y original, de cuyo conjunto no se encuentran precedentes.
Entre las ménsulas y las enjutas de las arquerías ciegas, se disponen unos rectángulos enmarcados por sogueado y con figuras humanas en traje talar y cayado, o bien jinetes. Bajo estos rectangulos se situan los medallones, como elementos decorativos.
Los medallones se hallan decorados en su interior con temas de origen oriental formados por aves y cuadrúpedos afrontados y jinetes en actitud de combate.
Iglesia Santa María del Naranco capitel
Según los estudios de Schlunk, la fuente de inspiración de la decoración ramirense son los tejidos orientales importados por el Mediterraneo y muy apreciados en los ambientes reales. En el medallón central se plasma el tema del enfrentamiento entre cuadrúpedo y serpiente, mientras que en la banda rectangular se representan, repartidas en registros, dos figurillas a caballo en el inferior y otras dos en posición frontal, en el superior. El tema se ha relacionado tradicionalmente con los dos tipos de existencia que caracterizan la elite altomedieval: la vida activa (bellatores) y la vida contemplativa (oratores). La labor de sogueado cumple en estos relieves, al igual que en toda las plástica asturiana, una importante labor de enmarque.
Iglesia Santa María del Naranco detalle
el sogueado que enmarca las figuras en Santa María del Naranco
decoración escultórica de Sta María del Naranco con influencias celtas y bizantinas
Iglesia Santa María del Naranco interior
La planta inferior está dividida en tres estancias:
La central, más amplia, está cubierta con bóveda de medio cañón de piedra toba con refuerzo de cuatro arcos fajones, que parten de un zócalo o banco bajo que recorre todo su perimetro. Está estancia estaría dedicado a oratorio palatino, aunque también se le cita como cripta. Dispone de dos puertas, una a cada lado de la nave y no dispone de ventanas, por lo que la iluminación es la que entra por sus puertas. El conjunto nos recuerda a la cripta de Santa Leocadia, de la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, con la que presenta indudables semejanzas.
Las dos estancias laterales tienen cubierta de madera, una de ellas (la situada al oeste) está aislada de la estancia central, se ilumina por cuatro pequeñas ventanas con arcos de medio punto y sólo tiene acceso a traves de una puerta desde el exterior situada en la fachada oeste. Se desconoce el uso de esta habitación.
La otra estancia lateral, situada en el lado este, se trataría de una sala de baños, pues en ella se conserva una piscina y conducciones de agua. Se situa en un plano inferior al resto de la planta (está por debajo del nivel del suelo). El acceso a este recinto se realiza a traves de una puerta desde el interior por una escalera de tres peldaños o por una pequeña puerta de arco de medio punto situada en la fachada lateral norte. Ademas dispone la sala de varias ventanas, tres de ellas situadas en la fachada este y muy caracteristicas por encontrarse debajo del mirador este.
Iglesia Santa María del Naranco interior
En el interior, la planta baja consta de una nave central y dos compartimentos en los extremos que corresponden a las balconadas de la superior. La nave central está abovedada sobre arcos perpiaños que se apoyan en un basamento formando una estructura muy semejante a San Antolín de Palencia y la Cámara Santa de Oviedo, y las laterales tienen techo de madera. De éstas, mientras la occidental tiene una puerta al exterior y no está comunicada con la nave central, quizá se tratara de un cuerpo de guardia, la del costado este, que era una sala de baños en la que han aparecido los restos de una piscina con entrada de agua desde el exterior, tenía el único acceso desde la nave central y, hacia el exterior, las tres ventanas a las que ya nos hemos referido.
Es en la planta superior donde se pueden valorar adecuadamente los méritos de su desconocido arquitecto y de todo el equipo de constructores que lo crearon. Absolutamente simétrica respecto a ambos ejes, está también dividida en tres cuerpos. El central es una gran nave abovedada sobre seis arcos perpiaños que se apoyan sobre manojos de cuatro columnas bajo un único capitel, que corresponden a los contrafuertes exteriores y que forman sobre los muros laterales la base de una arquería ciega, soportando además los arcos perpiaños mediante estructuras formadas por una ménsula, una pilastra decorada y un medallón semejante a los descritos en las balconadas, todo ello situado sobre la vertical del capitel. En las arquerías se abren a cada lado dos ventanas y una puerta rectangulares y sobre el arco central, que es el de mayor anchura existe un séptimo arco perpiaño. Es de destacar que las arquerías van reduciendo su tamaño conforme se alejan del centro, lo que produce un efecto de profundidad que evidentemente era lo que buscaba su arquitecto. Los extremos de esta nave, también simétricos, comunican con las balconadas laterales mediante tres arcos, de algo mayor anchura el central, generando la estructura ya descrita: arcos soportados sobre haces de cuatro columnas, un capitel, un medallón y una a modo de pilastra decorada, en este caso por motivos exclusivamente ornamentales. A través de ellos, que disponen de puertas también rectangulares, la visión del paisaje asturiano filtrado por la belleza de esos arcos y de la decoración de las balconadas es tan exquisita como el propio edificio. El interior de las balconadas conserva el mismo ritmo arquitectónico y decorativo que la nave central, bóvedas sobre arcos perpiaños, con haces de columnas, capitel, medallón y pilastra decorados, así como arquerías ciegas en el muro de separación con la nave central y diáfanas en los laterales. En ambos casos los arcos interiores son de mayor tamaño que los exteriores y que los de la nave central, apoyados sobre el muro en este caso y sobre las pilastras en las laterales. En época posterior a su construcción, quizá debido al derrumbamiento parcial de San Miguel de Lillo, este palacio fue convertido en iglesia, para lo que se le añadió un altar en el mirador oriental, con la dedicatoria de otra iglesia - se supone que la que ahora llamamos San Miguel - por Ramiro I a la Virgen María, que aún se conserva, aunque se ha sustituido el original por una copia.
Santa Maria del Naranco piso superior
A la planta superior o noble se accede a traves de una escalera exterior de doble derrame situada en el lado norte del edificio. La escalera desemboca en un pequeño portico con tres de sus lados abiertos al exterior y el cuarto por el que se penetra al interior del edificio. Se cubre por tejado de una sóla vertiente y disponde de dos altos contrafuertes.
En el lado contrario o fachada sur, existen los restos de una estructura similar, que bien pudiera haber sido un mirador, balcón o belvedere.
La planta superior sigue la misma estructura que la planta inferior:
La estancia central y principal llamada planta noble, Salón Real o Aula Regia, es una gran sala rectangular, el doble de alta que su homologa de la planta inferior.
La planta noble cubierta con bóveda de medio canón, es de piedra toba volcánica, dispone de dos amplios miradores situados en las fachadas este y oeste. La bóveda se sustenta en siete arcos fajones o perpiaños que a su vez apean en mensulas que descansan en una linea de imposta que recorre toda la base de la bóveda. Por debajo de esta linea un conjunto de arquerías ciegas de arcos de medio punto ligeramente peraltados y de dimensiones ligeramente decreciente hacia los extremos recorren el perimetro de la sala. Sus arcos apoyan en columnas de fuste sogueado y capiteles troncopiramidales. Las enjutas van decoradas con medallones y bandas rectangulares. La sala dispone de hasta un total de siete arcos ciegos en cada uno de sus lados mayores
Santa Maria del Naranco piso superior
Esta arquería ciega es soportada por pares de columnas geminadas con fustes sogueados y capiteles troncopiramidales invertidos, con la misma decoración cordal en las aristas y temas de animales muy esquematizados en las caras frontales. Estas a su vez se levantan sobre una pequeña basa prismática y sobre un pequeño zócalo que recorre el muro.
El sistema responde a la tradición constructiva romana y muestra la pervivencia de soluciones arquitectónicas del mundo tardoantiguo a través de la época goda. El edificio, por sus caracteristicas, podría ser considerado a su vez como protorománico.
Santa María del Naranco. Interior.
Santa María de Naranco interior
Santa María de Naranco interior
Santa María de Naranco interior
Santa Maria del naranco arcada
Santa María del Naranco. Interior.
Santa María del Naranco. Interior.
Santa Maria del Naranco
Santa Maria del Naranco
Exteriormente nos encontramos con un edificio rectangular con tejado a dos aguas, sobre un zócalo de piedra, que visualmente consta de tres zonas horizontales, separadas por franjas en piedra de otro color, de las que la primera corresponde a la nave inferior y las otras dos a la superior
El conjunto así creado produce una gran sensación de verticalidad. En el centro de los costados norte y sur, que corresponden a los lados más largos del rectángulo, existen dos puertas terminadas en arco de medio punto que dan entrada a cada una de las plantas. Mientras en el lado norte existe una escalera doble que da acceso al pórtico de entrada al piso superior, casi de la misma altura que los muros laterales y reforzado con contrafuertes, en el lado sur la puerta se abría sobre un mirador, hoy desaparecido, protegido por un pórtico posiblemente del mismo tipo que el anterior pero sin escaleras. Como hemos indicado, cada uno de esos pórticos protege una puerta de entrada al piso inferior situada inmediatamente debajo de la del superior. Los muros laterales, que terminan en cada extremo en cuatro ventanas, dos de las cuales corresponden a una balconada existente a cada extremo del piso superior y las otras dos a una cámara lateral situada debajo de cada balconada en el piso inferior, tienen ocho contrafuertes, cuatro a cada lado de los pórticos, con decoración de estrías como se ve también en el interior.
Santa María el Naranco nos muestra los altos niveles de calidad a los que llegó el arte prerrománico español y uno de los primeros y más interesantes antecedentes del románico europeo.
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